Distinto Di-Al

Distinto Di-Al

viernes, 9 de marzo de 2007

107.2


Y cuando todo ha acabado, después de tanto tiempo y rodeado de la infructuosa soledad de la casa vacía, rodeado de cajas que ponen “frágil”. Frágil como ahora lo soy yo.Te sigo teniendo en mí, en mis labios aún te se, y estas cajas llevan tu esencia, y la música -que emana de la pequeña mini cadena que compramos para pintar las habitaciones- suena en sus notas a tu piel.Todos los adornos africanos que compraste en tus excursiones a Kenya, las fundas de los cojines, el incienso de cada país que querías visitar y que ya nunca lo harás conmigo...Absolutamente todo lleva tu nombre y tu fragancia, ese olor que desprendías cuando salías de la ducha, era un olor fresco, tu cuerpo me sabía a vida, a amor.Cuando llegabas a casa me abrazabas como si el mundo se fuera a destrozar tras tus pisadas hasta mí, el olor de tus enfados y tus carantoñas está también guardado con esmero en mi memoria y ahora, en frente de la calle, donde se encuentra el camión de la mudanza con tus recuerdos dentro.Oigo tus pasos ascender por las escaleras hasta el rellano,los siento fuerte, laten dentro de mi ser, al ritmo de mis latidos...Hace mucho tiempo que no se de ti, la última vez fue aquí también, cuando me dijiste que te marchabas, que mandarías tus cosas a recoger, estabas tan enfadada y yo solo pude decir lo que mas recordaba, “como bailaba tu pelo en aquella playa” Todo pareció desmoronarse bajo mis pies, la casa vieja y agrietada moría a cada pensamiento, y yacería eternamente cuando cruzases el umbral de la puerta, pero entonces me abrazaste, y tus manos se fundieron en mi cuello, sentí tu cuerpo pegándose al mío y haciéndose uno, como cuando me abrazabas de verdad...Esa tarde antes de marcharte me quitaste la ropa lentamente, sabiendo que lo harías por última vez, no existió Javier, ni los reproches, solo tu... y yo...Lo hiciste mirándome a los ojos y sacudiendo tus deseos insaciables en mis labios... todo se acababa, creí oírte llorar entre gemidos y besos, no pudiste evitar un te quiero, yo no pude evitar varios...De madrugada te marchaste cuando ya dormía, cuando ya te había dicho que te quedaras conmigo, aunque supiera que no lo harías.
Me dejaste una nota como excusa a tu cobardía:
“tengo que marcharme o esto nunca acabará, siento que todo haya acabado mal, siento no haberte creído...Siempre recordaré la fuerza en tu mirada cuando yo lloraba y tus besos de bienvenida a casa,
te echaré de menos, mi pequeño Al.Adiós.
Di.”
Ahora entrarías por esa puerta de desdichas y temores, el miedo corroe mis entrañas, tartamudean mis manos en sus acciones,cuando el timbre sonó recordé que habías tirado tus llaves en una de nuestras discusiones y yo ya apenas podía respirar...


Jl.

1 comentario:

Alice ya no vive aquí dijo...

Esta historia me está partiendo a trocitos, demasiado...